Una casa muy mejorable para su precio.
Casa Ardantzena fue, para nosotros, un caso bastante extraño: por un lado es una casa bonita y acogedora, bien decorada. Y por otro es una casa que deja bastante que desear.
Cosas a favor: está situada en un pueblo realmente pequeño y tranquilo, Ardaitz (ojo: sin bares ni tiendas). La casa por dentro parece realmente nueva y es amplia y bonita. La zona de la cocina comunitaria tiene mucho espacio, televisión grande y los electrodomésticos necesarios. Y da a un pequeño jardín donde se está a gusto (agradable para leer por ejemplo). Bien la cama y la habitación era amplia.
Cosas en contra: la buhardilla donde estuvimos es muy calurosa en verano (sin especial calor en la zona, en la buhardilla te fríes y no hay opción: si abres la ventana aún es peor). La ducha es minúscula y con una cortina que se cae fácilmente, sin estantería para gel ni percha para toalla de baño (ducharse es incómodo realmente y más pensando en los 50 euros que cuesta la habitación). Las paredes son de papel y oyes cualquier cosa que pase en otras habitaciones. Y lo que más nos sorprendió: no hacen limpieza diaria (excepto evidentemente cuando cambian los clientes). Y sin avisarte de ello. O sea, te hospedas 8 días…y no hay cambio de toallas ni sábanas ni reponen el papel higiénico. Nunca lo habíamos visto (y menos en sitios con ese precio por noche). Has de irle a pedir el papel al propietario (cosas veredes). Y preguntamos y la respuesta fue simplemente...que no limpian. Tal cual.