Aranda de Duero

Hay miles de razones para visitar Aranda de Duero, esa ciudad pequeña o ese pueblo grande representativo de la cultura castellana, que acoge a los visitantes con cariño para mostrarle tesoros como el Museo Casa de las Bolas, el Museo Sacro Iglesia de San Juan, la preciosa Iglesia de Santa María, o sus estupendas bodegas subterráneas, llenas de historia, con más de siete kilómetros de túneles en el subsuelo de Aranda.

Un paseo por el río Duero nos lleva directamente a épocas antiguas en las que la ciudad estaba amurallada

Una encrucijada geográfica, una fértil vega a su servicio, un puente que fue durante siglos paso estratégico una cultura del vino que llega cala hasta el subsuelo y la buena mesa omnipresente, son los ingredientes que hacen de Aranda un lugar extraordinario, que combina a la perfección su riquísimo patrimonio artístico y cultural (destacando joyas como Santa María o San Juan junto a los conjuntos de San Nicolás de Sinovas y el santuario de San Pedro Regalado en La Aguilera) con una alegría de vivir entre sus gentes, visible tanto en sus fiestas patronales como en el festival de música Sonorama,

¿Buscas un plan diferente? Aranda de Duero es el sitio ideal para pasar unos días en familia, con amigos, para enamorados del vino, para entusiastas de la naturaleza… Donde podréis disfrutar de paisajes de ensueño y de un entorno único, visitando desde bodegas medievales con siglos de antigüedad hasta las más vanguardistas.
Descubre los manjares que ofrece la gastronomía ribereña y saborea sus vinos que quitan el sentido.
¡Tienes que venir, no te lo pueden contar!

Después de un tiempo, Aranda de Duero me sigue sorprendiendo:famosa por su buen vino y sabroso cordero, sin embargo yo destacaría sus múltiples fiestas! Prácticamente cada fin de semana hay algo distinto que ver o que hacer y la música por doquier. Ahora en estas fechas navideñas, su pista de patinaje y su mercadillo con la catedral de fondo, continúa resaltando el encanto del lugar.

Aranda fusiona lo tradicional de cualquier pueblo grande con las comodidades e industrialización de una ciudad en expansión, lo que hace de esta villa un lugar muy característico. Pasear por las calles del centro es introducirse en un ambiente sin igual, y la orilla del Duero le da un toque muy distintivo.

Bonito municipio, y excelente gastronomía. Tiene rincones curiosos, bodegas para visitar, preciosa campiña, tranquilidad, fiestas. Curiosos pueblos alrededor de Aranda. El río Duero, el Monasterio de S. Pedro Regalado, la iglesia en el pueblo de Sinovas, y comer su lechal.

Una plaza con encanto en la que puedes echar una tarde de tapas tranquilamente.

Si quieres relajarte y a la vez tener todo a tu alcance.

Los conciertos en directo, aunque vuelven loco el fotómetro, merece la pena enloquecer en el intento pues alguno de los disparos -modo ráfaga, sensibilidad alta, diafragama a tope- da en el blanco y congela un instante que te hace exclamar: ¡Bendita locura esta de la fotografía!

Si estás en la Ribera del Duero, no dejes de visitar Aranda de Duero. Pasear por sus calles, visitar sus museos y bodegas subterráneas y dar un paseo por la Ribera del Duero.

Conocida por sus bodegas subterráneas, su cordero lechal y su vino tinto. Recomendable viajar en agosto cuando se celebra el festival de música Sonorama Ribera. Cuenta con zona de ocio nocturna.

Tuvimos la oportunidad de adentrarnos en este precioso pueblo.