Gente encantadora llevan este Hotelito en una preciosa aldea Asturiana
Rodeada de montañas, un arroyo precioso y muchas opciones de hacer rutas muy chulas que hay por los alrededores. Nada de ruido, habitaciones cómodas para poder descansar a gusto, buen desayuno, jacuzzi para poder usar y tiene varias zonas para poder desconectar leyendo al lado del riachuelo.
Además el Hotel esta al lado del parque de la prehistoria y de San Martin que es un pueblo un poco mas grande y donde hay restaurantes con buena fabada y postres, supermercados y tiendas. En definitiva, un sitio al que volveré ya que hemos encontrado la paz y tranquilidad que buscábamos.