Albergue junto al lago
Junto a un lago encantador se encuentra este albergue de precios razonables. El emplazamiento es una gozada pues está muy cerca del lago y el pueblo no sólo es precioso sino que también tiene historia pues el museo Franz Marc está allí mismo.
Cuando llegué allí el albergue completo estaba reservado por un grupo de escolares de unos 7 u ocho años y supongo que como me vieron llegar en bici, hecho un trapo y oliendo peor que un perro "mojao" me hicieron el favor de acomodarme en un colchón en el salón comedor pues todos los Hoteles o albergues de la zona estaban ocupados al 100%.
El estilo es rústico y es un albergue familiar con duchas compartidas y bastante limpio. A mí me supo a gloria porque la noche anterior me columpié, se me fue la olla pedaleando y me vi durmiendo al raso. Siendo objetivo, supongo que lo mejor es la cantidad de verde, vacas y paz que hay alrededor y que el lago está a un paso. La carretera que lo rodea tiene un par de puntos con encanto para sentarte en los banquitos y reponer fuerzas.