Merece la pena
Este es el curioso nombre de una taberna musical situada en la parte baja del casco antiguo de Oviedo .
La decoración es de lo mas peculiar : En las mesas tienen un frutero con fruta fresca para el que la apetezca y un puchero de los clásicos, creo que a modo de papelera. Las paredes totalmente llenas de objetos de lo mas variado, incluida una vieja bicicleta colgada.
La barra esta llena de platos con empanadas, tortillas, embutidos, botes con polvorones y otros dulces y unas cestas con unos bollos rellenos que ellos mismos preparan y que insisten para que la gente se los coman, porque el mismo camarero dice que están mejor calientes.