Ombligo de luz...
Si se sale de Rano Raraku por la carretera norte de la costa (la misma en la que está Anakena o la Bahía La Perouse) uno de los primeros lugares donde merece la pena detenerse es en Ahu Te Pito Kura, un lugar ceremonial no restaurado de gran extensión y que cuenta con la particularidad de que allí se encuentra el moái más alto que fue levantado en Rapa Nui (Moái Paro). Sus dimensiones son 11 metros de altura y unas orejas que destacan porque tienen nada más y nada menos que 2 metros. Pero no es menos impactante el peso, 82 toneladas. Cierto que en el Volcán Rano Raraku, la cantera de la que salieron prácticamente todos los moáis, hay figuras mucho más grandes (una inacabada con 21 metros), pero esta es la única que con semejante tamaño fue llevada desde aquí.