Kris por el mundo
Un aeropuerto muy especial
Sin duda la primera sorpresa que uno se lleva al llegar a Vilnius es su aeropuerto. Es pequeño y uno baja del avión para llegar andando a la terminal. Y es allí donde está la sorpresa. Un lugar pequeño pero precioso, uno parece sentirse más en un palacio que en un aeropuerto. Sus columnas, decoración, lámparas y techo dejan con la boca abierta. Y su exterior con columnas vuelve a hacer que uno sienta que ha aterrizado en un palacete a las afueras de la ciudad.
Pero eso es solamente la terminal de llegadas, la de salidas está justo detrás y es ya un edificio funcional y moderno, aunque pequeño
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