A sucursal

Un local nuevo donde antes había una sucursal bancaria, como recuerda el mural de la caja fuerte que hay en una de las paredes: alternancia de mesas altas y bajas, sillones tapizados de rojo con mesas de madera tipo wengue... pero una decepcionante carta "típica" mal resuelta: los chipirones no estaban ricos, muchos de sus manidos postres (tarta al whisky, tarta de queso, contesa...) ni siquiera los tenían... y los precios no son para echar cohetes.
Eso sí, la ubicación es perfecta para luego salir de copas por la zona vieja

El local está bien situado a nivel turístico (en el centro histórico - cerca de la Catedral), pero si se pretende comer bien y en un entorno agradable, el entorno lo estropea tanto la comida como el precio.
Mi opinión es esta, porque lo que no se puede hacer es concretar una comida y precio y lo único que se respeta es el precio, pues la comida servida no la ponen en ningún lado ni como menú del día con todos mis respetos a los menus de día que cada día son mejores en todos los lugares de comida.
Si lo que pretendían era hacer buena caja, lo han conseguido, pero que conste que han perdido

Acudimos aquí recomendados pero la experiencia fue decepcinantecarta típica de una taberna,los chipirones no estaban nada buenos el plato estaba lleno de aceite,las croquetas nos dijo el camarero que eran caseras pero esas mini croquetas no lo parecian,postres malisimos no ai nada casero y los precios exagerados, en fin nada recomendable