Una dura herida
Una descomunal mole despunta en la costa de Muxía, es un monolito de 400 toneladas y 11 metros de altura esculpido en granito. La estructura se encuentra partido por la mitad, simulando una grieta, una herida que simboliza la herida sangrante que supuso el desastre del Prestige en la costa gallega.
Muxía fue uno de los lugares más afectados. Una conocida compañía de seguros encargó la obra al escultor burgalés Alberto Bañuelos-Fournier y desde entonces se ha convertido en un símbolo más de la localidad.
A Ferida fue inaugurada el 12 de septiembre del 2003 y se situó en el espectacular