Impresionante belleza!
Llegar hasta la Basílica de Notre-Dame en Montreal es muy sencillo, pues se encuentra justo frente a la Place d’Armes. Por fuera no causa gran impacto, ya que se trata de una iglesia que está en esquina, con dos torres grandes y es linda, pero sólo eso. Todo lo contrario a su interior que es de una gran belleza y sus tonos entre azul y turquesa combinados con el dorado, crean un ambiente inigualable. Sin duda es una de las iglesias más bonitas que he visto en mi vida. La Basílica de Notre-Dame data de fines del siglo XVIII y es de estilo neoclásico y neogótico; hay muchos hermosos vitrales y tallas en madera, que junto con su espectacular órgano de más de 9 mil tubos, son dignos de admirarse.