Si hubiera una escala que midiera la belleza de las ciudades, Praga estaría en primer lugar y sacando ventaja a la segunda. Monumentos góticos de ensueño, recintos amurallados y un legado judío en forma de barrio repleto de rincones con encanto son solo algunas de las cosas que ver en Praga y alrededores.
La Plaza de la Ciudad Vieja es lo mejor de Praga, y para entender por qué tantos viajeros consideran la ciudad como una de las más bellas del mundo hay que pasear por ella. Es el símbolo de Praga y donde se encuentran muchas de las mejores atracciones de Praga como la Torre del Ayuntamiento y el mítico Reloj Astronómico, el reloj del siglo XV que cada hora reúne a cientos de turistas que quieren ver de cerca la marcha de las 12 figuras de los apóstoles. El otro monumento que hace aún más bella la plaza es la Iglesia de Nuestra Señora en frente del Týn, con sus espectaculares torres góticas que se ven desde toda la ciudad. Muy cerca, encontrarás otro de los imprescindibles de Praga: el Puente Carlos, que podrás cruzar viendo todas y cada una de las estatuas mientras disfrutas de las vistas de la ciudad. ¡No te olvides de pedir tu deseo en la estatua de San Juan Nepomuceno!
Otro de los lugares más importantes de Praga es su castillo. Paseando por el recinto del Castillo de Praga verás lugares de interés como la Catedral de San Vito, el enorme edificio que domina todo el recinto, el cual estuvo tanto tiempo en construcción que fue adoptando elementos del gótico, el barroco e incluso detalles renacentistas. El Callejón del Oro es otro de los rincones con encanto del castillo, una pintoresca calle con pequeñas casas de colores y que ahora son tiendas donde se pueden comprar las típicas marionetas de Praga.
Si eres un amante del arte, otras de las mejores cosas que ver en Praga son sus museos. Son galerías repletas de obras de grandes artistas locales y europeos, pero también hay museos para descubrir la historia de Praga. El más famoso es el Museo Nacional de Praga, donde verás muestras de objetos que datan de la prehistoria y animales disecados o exposiciones sobre la evolución de la música en el país. Y para ver en primera persona la historia reciente, el Museo Comunista relata el día a día de los ciudadanos cuando vivían bajo el régimen. Tampoco podrás pasar por alto el Monasterio de Strahov, cuya biblioteca decorada con frescos y objetos históricos no tiene nada que envidiar a un museo de talla nacional. Y si disfrutas con el arte más disruptivo y provocador, las esculturas del Museo de Kampa y el DOX o los posters que hay en el Mucha Museum son lugares hechos para ti.
Si eres amante de la historia, muchos de los mejores sitios que conocer en Praga se encuentran en el Barrio Judío, donde aún se respira el pasado de un pueblo dañado por la historia reciente. Evocador y emocionante son las palabras que definen el Cementerio Judío, el corazón del barrio y un espacio ocupado con miles de lápidas que han adoptado el tono verde de la vegetación. Por otro lado, la tradición judía queda reflejada en las sinagogas del barrio. Algunas como la Sinagoga Española, la Sinagoga de Maisel o la Sinagoga de Pinkas guardan en su interior pequeñas exposiciones con objetos que utilizaban los judíos antiguamente en el día a día, y que en conjunto forman el Museo Judío de Praga.
A pocos pasos que des por Praga entenderás el porqué de su sobrenombre más famoso. “La ciudad de las cien torres” esconde en sus calles algunos de los mejores miradores desde donde ver el horizonte de Praga. Desde la Torre de Petřín podrás ver toda la ciudad con el Moldava serpenteando, mientras que en la Torre de la Pólvora te elevarás sobre las calles del centro teniendo unas vistas de la Iglesia de Nuestra Señora en frente del Týn inmejorables. Si eres un amante de la fotografía, tampoco querrás perderte la Torre del Puente de la Ciudad Vieja.
Para algunos, la cerveza de Praga es de lo mejor que tiene la ciudad, ya que es barata y de una calidad insuperable. Si te consideras un experto en pintas, en la ciudad encontrarás un paraíso de pubs históricos donde se respira auténtica tradición cervecera. Tanto que algunos locales incluso fabrican su propio brebaje, como es el caso de U Fleků, la mítica cervecería de aspecto medieval donde podrás beber la cerveza negra más deliciosa de Praga. Y si quieres vivir el ambiente típico cervecero, no olvides visitar las “beer halls” como Dům U Vejvodů, donde te sentarás en una sala enorme bebiendo como un ciudadano más.
Hay muchos sitios turísticos para visitar en Praga y seguramente te cueste dejar atrás las preciosas calles del centro, pero te aseguramos que los alrededores son casi igual de pintorescos que la ciudad. Ciudades históricas y de aspecto medieval como Kutná Hora, Český Krumlov o Karlovy Vary son escapadas de un día muy populares. Pero si hay una preferida por los viajeros es la del Campo de Concentración de Terezín, una visita a uno de los desoladores centros de exterminio nazis.