8 preciosos pueblos cerca de Friburgo de Brisgovia

10 Octubre 2024

Pueblos pintorescos en la ruta hacia Friburgo

En la ruta hacia Friburgo, hay varios pueblos pintorescos que merecen una visita. Colmar, con su arquitectura alsaciana y canales, ofrece un encantador recorrido. Schiltach destaca por sus casas de entramado de madera y su río cristalino, ideal para paseos tranquilos. Riquewihr y Eguisheim son conocidos por su belleza y tradición vinícola, mientras que Kaysersberg, con su castillo, brinda impresionantes vistas. No olvides parar en Gengenbach, famoso por su ayuntamiento y la Puerta-torre Kinzig, que enmarca el Valle del río Kinzing, perfecto para disfrutar de la naturaleza. En Alpirsbach, la historia y la cerveza se entrelazan en un ambiente acogedor. Cada uno de estos pueblos, con su singular encanto y cultura, enriquece cualquier viaje hacia Friburgo.

Colmar, por Irene Moreira

1. Colmar

Colmar es un destino que evoca la magia de un cuento de hadas, tal como describe ADriana Hauviller, quien destaca que "recorrer Colmar en cualquier época del año es sumergirse en un cuento de hadas". Este pintoresco pueblo, ubicado en la región de Alsacia, se distingue por sus encantadoras calles empedradas y casas adornadas con balcones repletos de flores, lo que le ha valido el apodo de "pequeña Venecia". La viajera resalta que "sus puentes sobre el río que la atraviesa" aportan un atractivo singular a la localidad.

Irene Moreira también resalta la belleza de Colmar, calificándolo como "un pueblo super bonito" con colores vibrantes que encantan a todos los visitantes. Además, el invierno transforma a Colmar en un auténtico paraíso, ya que su famosa feria de Navidad, bajo un manto de nieve, crea una atmósfera festiva que atrae a turistas de todas partes. Los acogedores restaurantes al aire libre y las plazas invitan a disfrutar de una cerveza mientras se contempla el encantador paisaje. Colmar es, sin duda, un destino que combina tradición, belleza y una atmósfera única que vale la pena explorar.

Schiltach, por Raquel Rey

2. Schiltach

Schiltach, un bello pueblo enclavado en el valle del río Kinzig, es el reflejo perfecto de la esencia de la Selva Negra. Tal como lo describe la viajera Raquel Rey, pasear por sus calles es como "volver a la Edad Media o a los cuentos de Andersen, Perrault o los hermanos Grimm". Las casas de entramado de madera, con sus tejados puntiagudos, se integran armoniosamente en el paisaje cubierto de abetos. Pasear por la orilla del río que cruje suavemente añade un toque encantador al recorrido.

La Marktplatz, o Plaza del Mercado, es un lugar imprescindible que no te puedes perder. La viajera Yai recomienda visitarla, señalando que "merece la pena dar un pequeño paseo por la orilla del río y visitar su maravillosa plaza del mercado y el ayuntamiento". Aquí, el ayuntamiento del siglo XVI se alza majestuosamente, acompañado de una pequeña fuente que añade vida al entorno. Además, Schiltach es famoso por sus curtidores de cuero, lo que lo convierte en un destino intrigante para los amantes de la artesanía local. Sin duda, Schiltach es uno de esos pueblos que deja una huella imborrable en el corazón de quienes lo visitan.

Alpirsbach, por María Carmen García Moraleda

3. Alpirsbach

Alpirsbach es un encantador destino que a menudo pasa desapercibido en las guías turísticas, pero que vale la pena explorar. María Carmen García Moraleda destaca que es un “pueblo camino a Frankfurt” donde se pueden descubrir rincones inolvidables. Uno de estos lugares es un taller artesano de madera, donde los visitantes son invitados a entrar y maravillarse con la variedad de artículos únicos que se ofrecen.

Además de su encanto artesanal, Alpirsbach es conocido por su rica tradición cervecera. Carlos Alvarez menciona que, en su opinión, ahí se encuentra “la cerveza más rica de toda Alemania”, destacando la oportunidad de visitar la fábrica de cerveza local. Este lugar también alberga la famosa Kloster, un monasterio con un atractivo histórico significativo. Los viajeros también pueden encontrar delicias locales en la tienda de bombones, fusionando sabores en una experiencia gastronómica completa. Sin duda, Alpirsbach es un pueblo que promete seducir a quienes se aventuran a descubrirlo.

Gengenbach, por teresa puig masip

4. Gengenbach

Gengenbach es un encantador pueblo situado en la Selva Negra, conocido por su impresionante patrimonio arquitectónico y su entorno pintoresco. El viajero ANADEL destaca el Ayuntamiento de Gengenbach, describiéndolo como "el más bonito palacio de la ciudad y de su entorno". Con su construcción que data del siglo XVIII, combina elementos del rococó y el clasicismo, convirtiéndose en un punto focal de la plaza central, donde se encuentra una fuente exquisita.

Otra joya de Gengenbach es la Puerta-torre Kinzig, la entrada más monumental a la ciudadela. AnaDel explica que "la ciudad estaba vigilada a toda hora" desde lo alto de esta torre, que también funcionaba como aduana. Actualmente, es un museo que guarda la historia de la localidad.

Luisa Maria Benito Arranz resalta la belleza del pueblo, mencionando las "tachadas", las decoraciones navideñas y los "carteles de los establecimientos" que dan vida a Gengenbach. Este destino es especialmente atractivo en diciembre, cuando el ambiente festivo transforma sus calles en un auténtico cuento de hadas.

Por último, el valle del río Kinzing que rodea Gengenbach ofrece una naturaleza impresionante, ideal para explorar senderos pintorescos y aldeas encantadoras, proporcionando un escenario perfecto para los amantes de la ciclovía y el senderismo. Gengenbach es, sin duda, un lugar que merece una visita inolvidable.

Riquewihr, por murciegala

5. Riquewihr

Riquewihr es sin duda uno de los destinos más encantadores de la Alsacia, conocido por su belleza y su rica historia. Este pueblo, considerado el más bonito de la Ruta del Vino, ofrece a los visitantes la oportunidad de perderse por sus calles empedradas y disfrutar de un entorno que ha conservado su esencia desde los siglos XVI y XVII. El viajero murciegala destaca que "lo mejor es perderse por las calles de este pequeño pueblo", lo que invita a explorar cada rincón sin prisas.

Riquewihr no solo es un deleite visual con sus casas de entramado de madera y abundantes flores en verano, sino que también alberga monumentos históricos no te puedes perder, como el castillo de los príncipes y el Dolder, como menciona el viajero létii. La buena ubicación del pueblo lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de la gastronomía local, con numerosas opciones de restaurantes y tiendas. La viajera María Dolores Albert Vidal resalta la acogedora atmósfera de los hoteles, lo que añade un plus a la experiencia.

Bajo sus murallas históricas, Riquewihr ofrece un viaje en el tiempo que todo amante de la cultura y la naturaleza debería experimentar.

Eguisheim, por murciegala

6. Eguisheim

Eguisheim es un encantador pueblo localizado en la Alsacia, conocido por su peculiar arquitectura y su belleza, especialmente en la primavera y verano. El viajero IvanMF lo describe como "uno de los pueblos más bonitos de la Alsacia", destacando su singular diseño concéntrico que gira en torno a los restos de un antiguo castillo. Sus calles ovaladas invitan a perderse en un laberinto de colores vibrantes y flores, creando una atmósfera mágica que recuerda a los cuentos de hadas.

murciegala resalta el encanto de sus fachadas multicolores y detalles arquitectónicos, donde cada ventana y balcón está adornado con flores que embellecen aún más este destino. La viajera María José Cuadra Fuster recomienda visitarlo temprano en la mañana para evitar las multitudes, y expresa que las calles “limpísimas y cuidadas” parecen sacadas de un cuento.

Con un fácil acceso desde Colmar, Eguisheim ofrece un paseo inolvidable, donde el silencio y la tranquilidad se combinan con el aroma sutil del campo. Es, sin duda, un lugar que merece ser explorado por quienes buscan disfrutar de la auténtica magia alsaciana.

Kaysersberg, por Johanna

7. Kaysersberg

Kaysersberg es un encantador pueblo alsaciano que deslumbra a sus visitantes con su belleza y su rica historia. "Cada callejón, cada rincón, una sorpresa florida", asegura una viajera, destacando el esplendor de sus calles empedradas y los característicos edificios con entramado de madera. Esta joya medieval se encuentra atesorada alrededor de una iglesia con un portal románico y un magnífico retablo tallado, además de un puente fortificado que se erige majestuosamente frente al castillo.

Un viajero enfatiza que "Kaysersberg es uno de los lugares con más encanto de Alsacia", convirtiéndose en un punto de partida ideal para explorar viñedos y montañas. Las bodegas locales ofrecen catas de vino, mientras que las festividades, como la auténtica Navidad o las exposiciones de huevos decorados en Pascua, añaden un toque mágico a la experiencia. La ciudad alberga el hogar natal del Dr. Albert Schweitzer, así como varios museos y talleres artesanales que muestran el talento local.

Sin duda, Kaysersberg merece una visita, ya sea para pasear por sus calles cubiertas de nieve en invierno, disfrutar de su gastronomía o explorar sus tesoros históricos. Este pueblo es un verdadero símbolo del encanto de Alsacia.

Triberg, por Lorena84

8. Triberg

Triberg es un encantador pueblo de la Selva Negra en Alemania que destaca por su impresionante naturaleza y su rica tradición artesanal. Este pequeño lugar, rodeado de frondosos pinos y abetos, es conocido sobre todo por sus famosas cataratas, las más altas del país, que se forman a lo largo del río Gutach. María Carmen García Moraleda describe la localidad como “especialmente bonita aunque no sea demasiado grande”, y enfatiza la belleza de sus calles comerciales adornadas con grandes relojes de cuco que son parte integral de su encanto.

Los visitantes pueden disfrutar de diversas rutas para explorar las cataratas, como señala Lorena84, quien menciona que “hay unas rutas preparadas, con caminos alternativos para los más aventureros”. Este recorrido es una experiencia única que permite apreciar la belleza del lugar desde diferentes ángulos, gracias a los puentes de madera que cruzan los saltos de agua.

Además, los viajeros no deben perderse las tiendas donde se venden relojes y objetos de madera tallados a mano, lo que refleja la rica herencia cultural de este pintoresco pueblo. Sin duda, Triberg es un destino que merece una visita por su entorno asombroso y su ambiente acogedor.

Un viaje por los encantadores pueblos cercanos a Friburgo es una experiencia que combina historia, cultura y un paisaje impresionante. Cada destino, desde la colorida Colmar hasta la pintoresca Riquewihr, ofrece un viaje único a través del tiempo. Descubrir la gastronomía local y los rincones llenos de encanto te permitirá conectar profundamente con la esencia de esta hermosa región y crear recuerdos imborrables.