Plazas de Santander llenas de historia y tradición que no te puedes perder Santander es una ciudad donde la historia y la tradición se entrelazan en cada rincón. Plazas como la Plaza del Ayuntamiento, con su impresionante fachada neoclásica, son testigos de la evolución de la vida social y cultural de la ciudad. La Plaza de Cañadio, por su parte, es un punto de encuentro vital, rodeado de bares y restaurantes que evocan la herencia gastronómica local . La Plaza de Porticada, con su arquitectura renacentista, no solo es un lugar de paso, sino también un espacio donde se celebran eventos que reflejan la identidad cantabra. Cada visita a estas plazas revela fragmentos de la rica historia de Santander.
Plaza Porticada - Plaza Velarde, por Cristobal Quiros Recuenco
La Plaza Porticada, conocida también como Plaza Velarde, se erige como uno de los espacios más emblemáticos de Santander. Este lugar destaca por su diseño característico , con casas de soportales que la rodean y que la convierten en un punto de encuentro vibrante. Según un viajero, "la plaza cuenta con varios accesos, a través de arcos" que invitan a explorar sus alrededores. En invierno, la plaza se transforma en un lugar festivo con la instalación de una pista de patinaje sobre hielo , convirtiéndola en un destino familiar.
La historia de la plaza se entrelaza con la de la ciudad, ya que fue reconstruida tras el devastador incendio de 1941, adoptando un estilo neo-herreriano . Un visitante destaca que "nunca se había visto una plaza mayor en Santander, y esta se encuentra en el corazón de la ciudad". Además, los impresionantes monumentos que la rodean, incluyendo la estatua de Pedro Velarde, aportan un aire histórico a este espacio.
Hoy en día, la Plaza Porticada es un lugar donde los viajeros pueden disfrutar de la arquitectura circundante y de la vida cotidiana de los santanderinos , haciendo de este rincón un sitio imperdible para quienes visitan la ciudad.
Plaza de Pombo, por González Cosgaya
La Plaza de Pombo es un rincón emblemático de Santander que evoca nostalgia y alegría entre los santanderinos. Situada tras el Paseo de Pereda, esta plaza rectangular ha sido testigo de innumerables momentos entrañables. Como recuerda un viajero, "Aquellos sábados en que se cambiaban cromos y sellos, bajábamos de todas las partes de la ciudad". Este espacio es ideal para disfrutar tanto de sus actividades como del bullicio de la vida local.
La plaza cuenta con instalaciones que hacen las delicias de grandes y pequeños. Los niños pueden disfrutar de los caballitos, mientras que los adultos se relajan en las terrazas de los bares y restaurantes que la rodean. "Es un sitio bonito para pasear, tomarte un helado y hay caballitos para que vuestros hijos se diviertan", comenta otra viajera. En el centro se encuentra el Restaurante Pombo, conocido por sus deliciosos desayunos que atraen a locales y visitantes por igual.
Entre sus encantos, la plaza ofrece un ambiente propicio para el entretenimiento de los más pequeños, justo lo que señala un viajero: "donde los peques se lo pasan genial con sus sonrisas". Además, el acceso es cómodo, ya que hay parking disponible. La Plaza de Pombo se presenta como un lugar que captura la esencia de Santander, un lugar donde la tradición y la diversión se encuentran.
Plaza de Toros de Santander, por Rafael San Miguel Prieto
La Plaza de Toros de Santander se presenta como un emblemático espacio en el corazón de la ciudad, donde la tradición taurina se entrelaza con diversas actividades culturales . El viajero Azzonzo destaca que "cada año en julio, por la festividad de Santiago, se puede presenciar el folclórico e histórico espectáculo taurino", resaltando su popularidad a pesar de las controversias que lo rodean.
Sin embargo, no todos comparten la misma opinión. Rafael San Miguel Prieto menciona que "no recomiendo ir a ver los toros", y sugiere que hay "actividades que merecen la pena", como motocross y circo, subrayando la versatilidad del lugar más allá de su función tradicional.
La plaza, aunque de un diseño considerado "bonito" por algunos, como opina Damian Alonso Sadia , también muestra signos de ser "un poco antigua" y podría beneficiarse de algunas renovaciones. Javier de León la describe como "pequeña pero bonita", un reflejo de su encanto sencillo. Así, la Plaza de Toros de Santander se erige como un punto de encuentro para la cultura y la diversidad de experiencias en la ciudad .
Plaza del Cañadío, por Simonetta Di Zanutto
La Plaza del Cañadío es sin duda el corazón festivo de Santander, un lugar donde la alegría y el ambiente vibrante se unen para crear una experiencia inolvidable . Como señala el viajero Gonzalo Moreno , "imprescindible acudir a esta plaza cuando Santander está en fiesta". Durante estas celebraciones, la plaza se llena de vida, con numerosos grupos de personas disfrutando de copas y del ambiente que aquí se respira. Este espacio se convierte en el punto de partida de las noches santanderinas, tal como menciona Álvaro Bedi: "sin duda el lugar donde empieza la noche Santanderina", destacando la presencia de emblemáticos bares como El Ventilador y Tia María.
Además, la Plaza del Cañadío alberga el famoso restaurante Cañadío, un lugar apreciado por su oferta culinaria. Sin embargo, la experiencia no está exenta de críticas. Gonzalo también hace referencia a la "absoluta falta de civismo de la gente" que deja desperdicios en la plaza, un aspecto que podría mejorar en este encantador rincón. A pesar de ello, muchos viajeros, como Simonetta Di Zanutto , consideran que es "la plaza más alegre y encantadora" de la ciudad, resaltando su potencial para crear recuerdos memorables en cada visita. Sin duda, la Plaza del Cañadío es un destino obligatoria para quienes buscan disfrutar de la esencia de Santander.
Santander no solo es un destino turístico, sino un auténtico espejo de la historia y la cultura. Las Plazas de la ciudad , desde la bulliciosa Plaza Porticada hasta la serena Plaza de Pombo, revelan un sinfín de historias y momentos compartidos. Cada rincón invita a detenerse, escuchar y vivir una experiencia que une lo antiguo con lo contemporáneo, haciendo de estas plazas un punto esencial en la vida urbana de Santander.