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Playas en Costa del Azahar que deslumbran con su belleza natural
Playas en Costa del Azahar que deslumbran con su belleza natural

Playas en Costa del Azahar que deslumbran con su belleza natural

Diana Martín V
Diana Martín V

Las playas más escondidas de la Costa del Azahar que no te puedes perder

En la Costa del Azahar, se encuentran pequeñas gemas escondidas que deslumbran por su belleza natural y tranquilidad. Playas como la de Portocristo ofrecen un refugio rodeado de acantilados y vegetación. La cala de la Pineda, en Alcocebre, es un lugar ideal para disfrutar de aguas cristalinas sin el bullicio de las multitudes. Por otro lado, la playa de El Moro, accesible solo a pie, promueve una experiencia más íntima con la naturaleza. Ideal para quienes buscan desconectar y disfrutar del paisaje.


Playa de Peñíscola, por Pedro Jareño
Playa de Peñíscola, por Pedro Jareño
Playa de Chilches, por Raul Redondo
Playa de Chilches, por Raul Redondo
Playa Romana, por joserra
Playa Romana, por joserra
Platja del Forti, por Yoli ChamBa
Platja del Forti, por Yoli ChamBa
Playa Norte, por luisfernando
Playa Norte, por luisfernando
Playa Las Fuentes, por chusyalex
Playa Las Fuentes, por chusyalex
Playa El Cerezo, por CUCA
Playa El Cerezo, por CUCA
Esculturas de arena, por luisfernando
Esculturas de arena, por luisfernando
Playa Vinaroz, por marco antonio
Playa Vinaroz, por marco antonio
Muelle de Vinaros, por Yoli ChamBa
Muelle de Vinaros, por Yoli ChamBa
Playa del Carregador, por Chaimae
Playa del Carregador, por Chaimae
Playa Les Cases, por CUCA
Playa Les Cases, por CUCA
Playa Voramar, por rachelbean
Playa Voramar, por rachelbean
Playa dels Terrers, por Lourdes Pallarés
Playa dels Terrers, por Lourdes Pallarés

La Costa del Azahar se revela como un paraíso costero donde la naturaleza cobra vida en cada rincón. playas como Peñíscola, Las Fuentes y el Carregador destacan por sus aguas cristalinas y su arena dorada, invitando a los visitantes a perderse en su belleza. Explorar estas joyas escondidas es una experiencia que enriquece el alma y renueva el espíritu, convirtiendo cada visita en un recuerdo imborrable.