Naturaleza y paisaje en los lagos de Huesca que no te puedes perder Los lagos en Huesca son auténticos paraísos naturales que ofrecen paisajes de ensueño. En su entorno, la vegetación autóctona, los reflejos del agua y las montañas que los rodean crean una atmósfera única. Destacan lugares como el lago de Ara y el lago de Cregüeña, donde se puede disfrutar de rutas de senderismo y avistamiento de fauna, como aves acuáticas. La tranquilidad de estos espacios permite una desconexión total, perfecta para conectar con la naturaleza .
Lago Balneario de Panticosa, por Viaja por Libre
El Lago Balneario de Panticosa , situado en el corazón de los Pirineos , es un deleite tanto en verano como en invierno. Accesible con facilidad, pues se encuentra al inicio del famoso balneario, este lago ofrece un entorno impresionante. La viajera petaqui destaca que "te recibe nada más coronar el puerto de montaña" y que es un lugar ideal para relajarse mientras se disfrutan las vistas de los picos circundantes, siendo el Garmo Negro el más imponente con sus 3051 metros de altitud.
En verano, el paisaje se transforma en un espectáculo verde lleno de vida, con cascadas que descienden por las laderas. Iratxe Campos menciona que "al llegar a la explanada tienes la oportunidad de seguir el camino hacia los ibones". Las excursiones son variadas, desde senderismos hacia lagos cercanos hasta actividades como raquetas de nieve, como señala Jeca Pizarro Arteaga , quien disfrutó de "paisajes de ensueño" tras una subida nevada.
Aunque las opciones de restauración pueden ser limitadas, ya que como indica Desam García , "la cafetería del hotel cerrada" puede dejar a los visitantes con pocas opciones en invierno, la belleza del entorno compensa cualquier inconveniente. Sin duda, el Lago Balneario de Panticosa representa una conexión clara con la naturaleza , ya sea en un día soleado de verano o bajo un manto blanco invernal.
Ibon de Sabocos, por Iratxe Campos
El Ibon de Sabocos , situado en Panticosa, es un verdadero tesoro del Pirineo aragonés que enamora a los visitantes con su belleza natural. Los viajeros destacan que es "una de las excursiones más sencillas del pirineo aragonés, pero a la vez con mucho encanto". La experiencia comienza con un teleférico que asciende a casi 1.800 metros, ofreciendo vistas impresionantes de la zona. Tras un paseo de aproximadamente 45 minutos, los excursionistas llegan a este lago de origen glaciar , que se encuentra a 1.905 metros de altitud, rodeado de majestuosos picos como el Verde y Peña Sabocos.
El ambiente es idílico, con "aire puro y paisaje encantador", lo que convierte la visita en una experiencia revitalizante. Sin embargo, se recomienda llevar calzado adecuado para el terreno rocoso y estar preparado para las cuestas. Además, la temperatura durante el verano es muy agradable, lo que hace del Ibon de Sabocos un lugar ideal para conectar con la naturaleza y disfrutar de un día al aire libre. Muchos viajeros coinciden en que es un lugar "muy recomendable para estar en la naturaleza", donde se pueden encontrar numerosas rutas de senderismo en sus alrededores, como la cercana ruta al Ibon de Asnos. Sin duda, una visita que ningún amante de la naturaleza debería perderse.
Ibón Gran Batisielles (Parque Natural de Posets-Maladeta), por César Sieso Otal
El Ibón Gran Batisielles , ubicado en el Parque Natural de Posets-Maladeta , es un lugar que deja huella en quienes lo visitan. Como bien menciona Anushka , "los Ibones son lagos de origen glaciar y aquí en el parque hay 95". Esta gran cantidad de lagos de alta montaña convierte la zona en un auténtico espectáculo natural. La austeridad del paisaje, a más de 1800 metros, crea una atmósfera casi de otro planeta, donde el agua es un recordatorio de que aún estamos en la tierra.
César Sieso Otal confirmó que este lugar es "emblemático y de los más bonitos del Pirineo en Benasque". La excursión hasta el ibón es una aventura que vale la pena, ya que ofrece oportunidades para fotografía, trekking y disfrutar de la naturaleza en todas las estaciones. Se recomienda tener cuidado con el tiempo cambiante, especialmente en invierno, debido al riesgo de avalanchas. Sin duda, tanto Anushka como César resaltan la belleza y el encanto de este rincón del Pirineo, lo que hace del Ibón Gran Batisielles un destino imperdible para los amantes de la naturaleza.
Ibón de Escarpinosa, por bug206
El Ibón de Escarpinosa , ubicado en Benasque, es un tesoro escondido que cautiva a quienes lo visitan. La aventura comienza en el aparcamiento de Estós, desde donde se inicia una magnífica caminata. Un viajero describe el recorrido diciendo: "Se sigue el valle hasta llegar a un desvío en el que indica claramente que hay que seguir por la izquierda hacia los ibones de Batisielles y Escarpinosa". La experiencia se adensa con una subida ligeramente exigente, que, aunque desafiante, recompensa con vistas impresionantes.
Al llegar al ibonet, hay un camino que conduce al Ibón de Escarpinosa, que se encuentra a solo 40 minutos más. Almudena comparte su entusiasmo por este tramo: "Un poco más que merece la pena, de repente al fondo aparece una gran cascada, es una preciosidad, relax total". La serenidad del lugar y la belleza natural hacen de este destino un lugar ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Sin duda, el Ibón de Escarpinosa es una parada imprescindible para quienes desean sumergirse en la magia del Valle de Benasque .
Ibones de Bachimaña, por Cristina Braco Goikoetxea
En el corazón del Pirineo aragonés, los Ibones de Bachimaña en Panticosa ofrecen una experiencia inigualable para los amantes de la naturaleza. Desde los Baños de Panticosa, una agradable caminata conduce a este paraje, donde "tras un paseo de impresionantes cascadas" se descubre un "precioso ibon", como señala Cristina Braco Goikoetxea . La ruta es amena y accesible para todos, aunque se exhorta a tener cuidado con los niños y animales, dado que la última parte presenta un terreno pedregoso.
Silvia Duarte recomienda encarecidamente usar crampones en esta ruta, sobre todo si se realiza en invierno, y sugiere "preguntar en el Refugio del Balneario" sobre las condiciones del camino. Las vistas en el trayecto son espectaculares, brindando un espectáculo visual que acompaña cada paso. La experiencia de ascender en un entorno tan salvaje también incluye la posibilidad de alojarse en un refugio alejado de la civilización, tal como menciona vegeta , quien destaca la "paz" que se siente bajo el cielo estrellado.
Los Ibones de Bachimaña son, sin duda, un destino que conecta al viajero con la esencia pura de la naturaleza .
Ibon de Asnos, por Iratxe Campos
En la majestuosa estación de Panticosa, el Ibon de Asnos se eleva a 2.060 metros de altitud, envolviendo a los visitantes con su belleza natural. La riqueza de esta experiencia se puede apreciar desde el inicio de la excursión, donde los viajeros tienen la opción de acceder a los ibones mediante una caminata o un cómodo telecabina. El viajero albertoloyo aconseja que “la caminata es muy sencilla” y menciona que “es un lugar perfecto para ir en familia”, pues el trayecto está bien señalizado y apto para todos.
Una vez en la parte alta, el acceso al Ibon de Asnos se puede realizar en 40 minutos de caminata, donde la pendiente ascendente recompensa el esfuerzo con vistas impresionantes . Iratxe Campos destaca que, al llegar, “tienes la posibilidad de realizar otras rutas y sobre todo disfrutar de las magníficas vistas del lugar.” Rodeado por los majestuosos picos Peña Roya y Mandilar, este lago de origen glaciar se convierte en un refugio para los amantes de la naturaleza y un lugar ideal para desconectar y reconectar con el entorno montañoso del Pirineo.
Ibonet De Batisielles, por Cesar Cicconi
El Ibonet de Batisielles , ubicado a 1950 metros en la valle de Benasque , es un destino que enamora a quienes se aventuran a descubrirlo. Chema Ramón, un viajero que ha recorrido esta ruta, sugiere una variante que evita las multitudes. Comienza en el parking de Estos y, tras cruzar el río, sigue el margen derecho mientras se disfrutan de las vistas espectaculares . Destaca que "una vez allí, si la zona está con gente, os aconsejo ir por la parte baja del Ibonet, cruzando al otro lado del río". Este consejo permite disfrutar de la tranquilidad del paraje, un rincón de serena belleza.
Almudena , otra viajera, también comparte su experiencia: "la verdad es que el esfuerzo merece la pena, llegas a un paraje totalmente bucólico con un pequeño ibón y praderas". Después de un recorrido de aproximadamente tres horas, los visitantes son recompensados con un paisaje que invita a hacer un alto en el camino. Sin duda, este sitio, rodeado de naturaleza y con un ambiente idílico, se convierte en un punto culminante para todos los amantes del senderismo y la paz de los Pirineos.
Pantano de Santa Ana, por joan carles Castell
El embalse de Santa Ana , situado en el municipio de Castillonroy, Huesca, es un lugar que sorprende a quienes lo visitan. emilie comparte su experiencia y asegura que "es un magnífico lago, de agua azul transparente ", lo que cambia la percepción que uno puede tener de lo que es un pantano. Rodeado de colinas y pequeñas montañas, el entorno es paradisíaco, ideal para un placentero baño en los calurosos días de verano. Con una tranquilidad que invita a la reflexión , Joan Boira Guiñón destaca que "no siempre es necesario viajar a lugares lejanos para encontrarnos a nosotros mismos", recordando la belleza que se puede hallar en la cercanía.
La atmósfera en el embalse se torna mágica al caer la noche. Javi Cantero menciona que, bajo la luz de las estrellas , "esta ermita está perdida por los rincones del bosque que lo rodea", lo que añade un toque especial a la visita. Catalina Micu también lo describe como un lugar de "naturaleza en estado puro ", perfecto para desconectar y conectar con el entorno. Sin duda, el embalse de Santa Ana es un rincón que enamora y invita a disfrutar de la serenidad de la naturaleza.
Ibon de Acherito, por Ana Sáenz de Ugarte
En el corazón del Valle de Hecho, el Ibon de Acherito se erige como una joya natural de origen glaciar, a 1875 metros de altitud. Este lago es el más occidental de los ibones del Pirineo aragonés y su belleza cautiva a todos quienes se aventuran a visitarlo. La ruta de acceso al lago , de aproximadamente 6 kilómetros, puede ser recorrida en cerca de dos horas. Un viajero recomienda la senda afirmando que "la ruta no es difícil, el desnivel es de menos de 700 metros, así que cualquiera con un poco de preparación puede hacerla".
Las experiencias de quienes han llegado a sus orillas son memorables. Para uno de los visitantes, el Ibon está grabado en su memoria tras una excursión cargando 25 kg de equipo de montaña: "un lugar digno de visitar, que recomiendo a todo el que le guste la naturaleza en su estado más puro". Al finalizar la subida, el esfuerzo es recompensado por la imponente vista del lago. Aunque la ruta puede ser exigente, otro viajero subraya que "todo lo que cuesta merece la pena". Así, el Ibon de Acherito se transforma en una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza.
Ibón de las Truchas, por Ray
El Ibón de las Truchas , situado en lo alto de las pistas de esquí de Astún, es un verdadero oasis de paz y belleza natural . Los viajeros que lo han visitado coinciden en que este lugar es ideal para desconectar y sumergirse en la tranquilidad del Pirineo. Charo Puertas destaca que "el paseo es cómodo y el paisaje bellísimo ", lo que lo convierte en una experiencia accesible para todos . Desde el telesilla, los visitantes pueden disfrutar de vistas impresionantes y después aventurarse por una pista forestal que los lleva a otros ibones cercanos.
La naturaleza en este entorno es verdaderamente asombrosa. Raul Peligros resalta lo gratificante que es "observar cómo es la naturaleza aquí arriba",lo que permite a los caminantes conectarse de manera profunda con el entorno. Ray se suma a las recomendaciones al mencionar que pasear por los ibones es una actividad que no te puedes perder si visitas esta zona. Este rincón del Pirineo no solo enamora por su belleza, sino que también invita a disfrutar de momentos de reflexión y conexión con la naturaleza.
Ibon de Villamuerta, por Toni Calderón
El Ibon de Villamuerta , ubicado en Benasque, se presenta como un destino ideal para quienes buscan una conexión genuina con la naturaleza. Este encantador espacio natural, fácilmente accesible desde la Besurta a través de un autobús que parte del parking del Hospital de Benasque, ofrece una experiencia que muchos viajeros destacan como perfecta para compartir en familia. Toni Calderón menciona que "es una ruta muy corta, agradable y con muy poca dificultad", lo que la convierte en una opción ideal para los más pequeños.
A lo largo de la caminata, que dura aproximadamente 20 minutos hasta el primer ibón y otros 20 al ibón superior, los visitantes pueden disfrutar de vistas impresionantes del valle y las majestuosas cordilleras de la Maladeta y Aneto. La falta de dificultad en el sendero se refleja en la recomendación de Javier Giménez , quien afirma que es "ideal para ir con niños ". El entorno es diferente al de otros ibones, ya que aquí el agua presenta una tonalidad verdosa y está rodeada de abundante vegetación, creando un paisaje único que invita a la contemplación y el disfrute de la naturaleza en su estado más puro.
Lago de Pllan D'Estan, por Chema Ramon Cosialls
El Lago de Pllan D'Estan , ubicado en Benasque, es un verdadero tesoro escondido en el corazón de los Pirineos. Este lugar especial es particularmente mágico durante la primavera, cuando el deshielo y las lluvias otoñales crean un hermoso lago en el llano, que se forma cuando el agua se acumula en lugar de desbordarse por una pequeña cavidad. Chema, un viajero que ha explorado la zona, destaca que “si te gusta la fotografía de montaña tienes que verlo una vez en la vida, seguro que no lo olvidarás”.
El acceso al lago es sencillo; se puede llegar cómodamente en coche hasta el Hotel de Llanos y luego seguir una senda bien marcada durante aproximadamente una hora. Secre, otra viajera, afirma que es “uno de los lugares más accesibles y más bonitos del Pirineo”. Esta combinación de belleza natural y accesibilidad lo convierte en un destino ideal para aquellos que buscan conectar con la naturaleza sin grandes esfuerzos. La experiencia de caminar por este entorno idílico es simplemente inolvidable, convirtiendo cada visita en un recuerdo valioso.
Los lagos de Huesca son auténticos tesoros naturales que invitan a explorar su belleza y a conectar con el entorno. Desde el Lago Balneario de Panticosa hasta el Ibón Gran Batisielles, cada rincón cuenta con su propia esencia. Cualquiera sea la elección, estos espacios proporcionan paz y ofrecen un alivio perfecto para quienes buscan refugio en la majestuosidad de los Pirineos .