Las estatuas más emblemáticas de Zamora y su significado cultural Las estatuas más emblemáticas de Zamora reflejan la rica historia y cultura de la ciudad. La escultura del Rey Alfonso IX , ubicada en la plaza que lleva su nombre, simboliza la fundación de Zamora. Otras obras significativas incluyen el monumento a Viriato , héroe de la resistencia contra los romanos, que resalta el orgullo histórico de la región. Además, las estatuas dedicadas a figuras religiosas en las iglesias, como la de San Ildefonso, son testimonio del legado cultural y espiritual de Zamora. Cada estatua cuenta una historia, conectando el pasado con el presente.
El Merlú, por El Triunfo de la Cruz
El Merlú es una escultura urbana emblemática que se encuentra en la Plaza Mayor de Zamora , justo frente a la Iglesia de San Juan de Puerta Nueva. Esta obra, elaborada en bronce por el escultor local Antonio Pedrero Yéboles en 1966, simboliza la rica tradición de la Semana Santa zamorana . Como destacan los viajeros, "el Merlú representa a dos cofrades de la Cofradía del Nazareno ", quienes tienen un papel fundamental en el inicio de las procesiones al reunir a sus compañeros.
La historia del Merlú está íntimamente ligada a la celebración más importante de la ciudad. Como indica uno de los visitantes, "los avisos se realizan mediante el toque de una corneta con sordina y un tambor destemplado". Esta representación escultórica, que rinde homenaje a la labor de estas parejas de cofrades, es un símbolo significativo para los zamoranos y una invitación para todos los que deseen experimentar la profunda devoción de su Semana Santa. El Merlú, con su estética cuidada y su significado, se erige como un punto de referencia en el corazón de la ciudad, donde la tradición y el arte se entrelazan.
La Maternidad de Baltasar Lobo, por El Triunfo de la Cruz
La Maternidad de Baltasar Lobo es una obra emblemática situada en una encantadora plaza del centro de Zamora. Esta escultura urbana, realizada en bronce, representa a una madre recostada mientras sostiene en brazos a su hijo. El viajero El Triunfo de la Cruz destaca que se trata de "una original escultura dedicada a la maternidad", resaltando su valor artístico. La obra se encuentra ubicada en una fuente ornamental, rodeada de un pequeño jardincito que añade un toque de frescura al entorno.
Baltasar Lobo, un artista zamorano de renombre, fue reconocido con el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1984. En la ciudad, varios viajeros como Lala y marga consideran que "es una obra digna de admirar" y aprecian la suerte de contar con una de sus esculturas. Ana también comparte su entusiasmo mencionando que la escultura "es súper bonita y representativa". Sin duda, La Maternidad no solo embellece el paisaje urbano de Zamora, sino que también rinde homenaje a la conexión madre-hijo , dejando un legado artístico que perdura en el tiempo.
Monumento a Sor Ignacia Idoate, por El Triunfo de la Cruz
El Monumento a Sor Ignacia Idoate se sitúa en la parte posterior de la Diputación Provincial de Zamora, en el lugar donde se encontraba el antiguo Hospital de la Encarnación. Esta escultura urbana, obra del escultor Antonio Pedrero Yéboles, fue inaugurada en 1939. Su diseño incorpora un pedestal de granito con una placa conmemorativa, sobre el cual se alza el busto en bronce de esta emblemática Hermana de la Caridad, homenajeando su dedicación humanitaria, educativa y social.
Los viajeros que han visitado este monumento destacan su belleza y calidad. Un viajero menciona que, a pesar de no encontrar mucha información sobre Sor Ignacia, considera que "el monumento me parece muy bonito y de gran calidad". Más allá de la escultura, la historia de Sor Ignacia resuena en quienes la conocieron. Teresa Rapado Sanchez comparte un recuerdo entrañable: "Yo me crié con Sor Ignacia y era una gran persona... celebrábamos el día de su santo con mucho entusiasmo". Estos testimonios muestran cómo el legado de Sor Ignacia perdura en la memoria colectiva, enriqueciendo el valor histórico y emocional de este monumento en Zamora.
Monumento a la Cofradía del Santo Entierro, por El Triunfo de la Cruz
El Monumento a la Cofradía del Santo Entierro , ubicado en Zamora, destaca por su singularidad y por el profundo simbolismo que encierra. Esta escultura en bronce , creada por Ricardo Flecha Barrio en 1994, rinde homenaje al quinto centenario de la cofradía, que tiene su origen en 1593. El viajero El Triunfo de la Cruz comparte que la obra "representa al particular personaje perteneciente a la Real Hermandad del Santo Entierro" y destaca su labor durante la procesión del Viernes Santo .
La escultura permite apreciar la figura del "barandales", que es el encargado de liderar y organizar la procesión, un honor que se refleja en su vestimenta distintiva. La viajera Lala enfatiza que la escultura se sitúa al inicio del desfile, subrayando así su relevancia dentro de la celebración. La cofradía, que ha enriquecido su patrimonio escultórico desde el siglo XIX, mantiene hoy en día una importante colección en el Museo de Semana Santa , además de tener al culto a la imagen de Cristo Yacente en la Catedral de Zamora. Este monumento no solo es un homenaje al legado cultural de la ciudad, sino también un testimonio del profundo arraigo de la Semana Santa en la comunidad zamorana.
Monumento a fray Diego de Deza, por Lala
El Monumento a fray Diego de Deza se erige en la plaza que lleva su nombre, frente al Convento de Santa Marina. Esta sencilla estructura, compuesta por un pedestal de granito sobre el cual se sitúa un busto de bronce creado por Francisco González Macías en 1944, tiene detrás una historia intrigante . El viajero Lala explica que el busto original, realizado por Enrique Lorenzo Salazar en 1923, fue destruido durante un acto vandálico en la II República y terminó en el fondo del río Duero, sin posibilidad de recuperación.
Diego de Deza fue un destacado fraile dominico y obispo, conocido por su papel en la defensa de las ideas de Colón ante los Reyes Católicos. Además de ser arzobispo de Sevilla, se le recuerda como inquisidor en Castilla y Aragón y tutor del príncipe Juan. La viajera Ester Domínguez Pérez destaca la importancia de recordar a personas influyentes a lo largo de la historia, apreciando que "siempre es agradable descubrir que existieron grandes personas en todas las épocas". Este monumento, por tanto, no solo conmemora una figura histórica , sino también un legado cultural que invita a reflexionar sobre el pasado de España.
Monumento al Maestro, por Lala
El Monumento al Maestro , ubicado en el corazón de Zamora, es una de las esculturas urbanas que embellecen las calles del centro peatonal de la ciudad. Esta obra, creada por Hipólito Pérez Calvo, consiste en una fuente que presenta un pedestal de piedra desde el que emergen dos figuras humanas de bronce. Un adulto, que simboliza al maestro, se inclina hacia un niño que lo escucha atentamente, un reflejo conmovedor de la relación entre educador y alumno .
La artista Lala destaca que "es una obra muy expresiva que invita a la reflexión sobre la enseñanza y el aprendizaje". Además, resalta su ubicación céntrica, ideal para ser disfrutada por los transeúntes. Justo enfrente del monumento se encuentra la Iglesia de San Torcuato, lo que lo convierte en un punto de interés adicional para quienes pasean por la zona. Los visitantes del lugar sugieren tomarse un momento para apreciar esta escultura inmersos en la historia y el arte que Zamora ofrece en cada rincón. Es un sitio que, sin duda, puede enriquecer la experiencia cultural de cualquier viajero que transite por la ciudad.
Las estatuas de Zamora no son meras decoraciones urbanas, son custodias de historias, emociones y tradiciones que enriquecen la vida cultural de la ciudad . Desde el icónico Merlú hasta las conmovedoras obras de Baltasar Lobo, cada monumento ofrece un vistazo al pasado y un homenaje viviente a las figuras que han influido en la sociedad. Recorrer sus calles es, sin duda, adentrarse en un viaje que celebra el legado inigualable de Zamora .