Playa de San Sebastián

Esta playa es preciosa, pequeña, acogedora. Al fondo siempre tiene el perfil de la iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla desde el mar. Las puestas de sol son increíbles. Hay una pequeña ermita que da el nombre a la playa y es una autentica preciosidad.
Es un rincón para los amantes de la tranquilidad y del sosiego, cosa que en esa localidad internacional del Garraf bien se agradece.
El turismo es muy familiar y tranquilo y el roincon es perfecto para descansar. Se aconseja. Lleno de espacios de interés arquitectónico y de pequeños restaurantes, Sitges es una maravilla en parte también por la arquitectura romántica y sus especiales calles perqueñas, estrechas que desembocan al mar.

La noche de Sitges tiene fama, pero sus amaneceres son punto y aparte. Oyes el rumor manso de las olas mientras la arena y el horizonte se tiñes de amarillo. Un mundo de paz en un par de horas.

Esta es la playa de San Sebastian de Sitges en un atardecer de invierno.
Es una calita pegada a la iglesia con unas vistas estupendas y un paseo lleno de restaurantes a pie de playa, recomendable furera de temporada por su tranquilidad.

Durante muchos años y sobre todo los de mi infancia y adolescencia, mis primaveras y veranos fueron allí. Es una de las playas de este ecantador pueblo de Barcelona que aunque no sea especialmente grande ni sus aguas sean especialmente bellas, para mi es la mejor playa o al menos, de la que mejor recuerdo guardo.

He tenido la oportunidad de estar en muchas playas del mundo, preciosas todas pero ninguna me marcó tanto como esta. Que se esconda el sol tras tu espalda, tomando un helado de chocolate, cuando ya no hace calor y sientiendo la sal en tu piel... Indescriptible.

Hermoso lugar donde observar el mar o tomarse algo en una de sus terrazas.